Microsoft pone precio a la cabeza de un hacker

«Se busca al autor del virus 'Conficker'. Recompensa: 200.000 dólares -al cambio, 194.000 euros-».
Como si uno de esos carteles del lejano Oeste con la leyenda 'Wanted' se tratara, Microsoft ha decidido poner precio a la cabeza del creador del escurridizo gusano.

El gigante informático parece estar desbordado por la rápida extensión del 'malware'. Que el 6% de los ordenadores de todo el mundo, según las primeras estimaciones de las autoridades internacionales, hayan caído en apenas unas semanas en la trampa de los hackers no es un buen cartel para Windows, su producto estrella.

A la multinacional fundada por Bill Gates -ahora en un segundo plano- no le ha quedado otro remedio que rascarse el bolsillo ante la lluvia de críticas de los usuarios del popular sistema operativo por la facilidad con la que el germen virtual se ha colado en diez millones de computadores. ¡Y en menos de tres meses!


Policía internauta

«La gente que lo difundió debe rendir cuentas», clamó el responsable de seguridad de Microsoft, George Stathakopulos, en declaraciones a la BBC. Al ejecutivo se le notaba irritado. Tanto que asumió el rol de policía internauta durante su intervención en la cadena británica: «No estamos dispuestos a quedarnos sentados y permitir que este tipo de actividad quede impune».

¿Por qué pista pagaría la compañía? Por cualquiera, a tenor de la ambigua declaración de sus mandatarios. Sólo debe ser suficientemente golosa para que «conduzca al arresto y condena de los responsables del lanzamiento ilegal del malicioso código 'Conficker'».

Al tratarse de un virus transmitido por los frágiles conductos de la red de redes, residentes de todo el mundo pueden recibir la jugosa recompensa. Siempre de acuerdo a las leyes de cada país, claro.

No es la primera vez que Microsoft ofrece dinero a cambio de información sobre algún malintencionado pirata informático. Con antelación, la poderosa firma estadounidense ha recurrido tres veces a ese sistema.


Seguridad nacional

El último desembolso condujo a la captura de la persona que expandió el dañino 'Sasser' en 2005.

Como en aquella ocasión, el escurridizo 'Conficker' -también conocido como 'Downadup'- ha infectado a cientos de ordenadores de instituciones relacionadas con la seguridad de varios países.

Si hace unos días se conoció que la Marina francesa había sucumbido a un 'ataque', ayer le tocó el turno al Ejército alemán. «El problema ya está subsanado», matizó un portavoz del Ministerio de Defensa.

Cuidado, los autores aún andan sueltos.

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